jueves, 9 de agosto de 2018

Las bienaventuranzas como camino hacia la perfección humana, cultural y moral.


LAS BIENAVENTURANZAS COMO CAMINO HACIA LA PERFECCIÓN MORAL

Con el Sermón de la Montaña. Jesús nos enseña cual es el camino de perfección, el camino hacia la santidad a la que todos hemos sido llamados sin excepción, y así El Señor nos lo dice: " Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto " (Mt 5,48 ) Con el Sermón de la Montaña, Jesús no cambia los principios de la Ley establecida por Dios en el Monte Sinaí, cuando le entregara las Tablas a Moisés, al contrario, da toda su plenitud a los Mandamientos, a la vez que los explica y los pone en práctica para enseñarnos a nosotros como hemos de hacerlo.

Con el Sermón de la Montaña el Señor " no promete la salvación a unas clases determinadas de personas, sino a todos aquellos que alcancen las disposiciones religiosas y la conducta moral que Jesús exige " y que quedan expresadas en las Bienaventuranzas. El Concilio de Trento nos recuerda que Jesucristo " fue dado a los hombres no sólo como Redentor en quien confíen, sino también como Legislador a quien obedezcan " Jesús es verdadero Dios y Verdadero Hombre, y hemos de seguir sus enseñanzas a la vez que procuramos poner nuestro pie sobre su huella, teniendo así la seguridad de que El jamás nos va a pedir imposibles y que El jamás nos abandonará en la lucha cotidiana por alcanzar la santidad a la que hemos sido llamados desde el Bautismo. No es fácil, cierto, pero tampoco es imposible. La Iglesia está rodeada de ejemplos que nos han dejado esa huella a seguir y de ejemplos vivos actuales, que nos enseñan que todos podemos cumplir con los Mandamientos del Señor.
Estas enseñanzas de Jesús permanecen hoy en toda su plenitud; sin cambios, sin acomodaciones a situaciones, sin giros, como puede girar en un momento dato la forma de ser y de pensar de una sociedad; es decir, la Palabra de Dios es inmutable, no se somete a los cambios de los tiempos: el pecado es el mismo ayer que hoy y que lo será mañana.
Jesús quiere que todos se salven y por tanto habla para todos y nosotros que hemos tenido la infinita dicha de ser agraciados por la Fe, nos encontramos ante la tremenda responsabilidad de colaborar con Jesús y con María, Corredentora con su Hijo, para extender el Reino de Dios a todos los hombres. Jesús nos deja el camino marcado en lo que se llaman las Bienaventuranzas, que como nos dice el Catecismo “dibujan el rostro de Jesús y describen su caridad”.

BIENAVENTURADOS LOS POBRES DE ESPÍRITU PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE DIOS. 

BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN PORQUE ELLOS SERAN CONSOLADOS.


BIENAVENTURADOS LOS MANSOS PORQUE ELLOS HEREDARAN LA TIERRA.

BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA PORQUE ELLOS SERÁN SACIADOS. 

BIENAVENTURADOS LOS PACIFICOS PORQUE ELLOS SERAN LLAMADOS HIJOS DE DIOS. 

BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS PORQUE ELLOS ALCANZARAN MISERICORDIA.

BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZON PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS.


BIENAVENTURADOS LOS QUE PADECEN PERSECUCIÓN POR LA JUSTICIA, PORQUE DE ELLOS SERA EL REINO DE DIOS. 

BIENAVENTURADOS SEREIS CUANDO OS INJURIEN OS PERSIGAN Y OS CALUMNIEN DE CUALQUIER MODO POR MI CAUSA, ALEGRAOS Y REGOCIJAOS PORQUE VUESTRA RECOMPENSA SERA GRANDE EN EL CIELO: DE LA MISMA MANERA PERSIGUIERON A LOS PROFETAS QUE OS PRECEDIERON.

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